LEAH PATTEM

El acceso a la fotografía es una de las cosas más importantes que les ha sucedido a las comunidades marginadas.

Cuando las cámaras eran caras, la gente rica fotografiaba cosas ricas. Cuando Franco estaba en el poder, los periodistas se vieron obligados a fotografiar cosas a favor del régimen. Durante el período de transición, los periodistas y fotógrafos aficionados finalmente se dirigieron a las comunidades y capturaron libremente un Madrid invisible a nivel internacional. Pero no fue hasta hace poco, cuando los avances tecnológicos hicieron que la fotografía estuviera disponible para todos, que las comunidades finalmente pudieron fotografiarse a sí mismas.

Por primera vez, pudimos contar nuestra propia historia a nuestra manera, y eso sigue siendo algo bastante novedoso.

El acceso a la fotografía es libertad, igualdad y democracia. Las fotografías muestran la verdad sin filtrar, incómoda e inesperada.

Debemos seguir fotografiando todo, y debemos poner las cámaras al alcance de todos, porque la historia de todos debe ser contada y, fundamentalmente, narrada por las propias comunidades.